miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mujeres mayas, mestizas, latinoamericanas y europeas celebran el cuerpo, la vida y el territorio en lugar sagrado

Amalia Jiménez Galán. Yalambojoch. En un día Waxaq’ib Aj, según el calendario sagrado maya o Cholq’ij, centenares de mujeres mayas, mestizas, latinoamericanas y europeas se reunieron en oración y meditación alrededor del fuego para agradecer por el cuerpo, la vida y el territorio en un lugar sagrado cercano a la comunidad de Yalambojoch. Mientras, este mismo día, las calles de Madrid fueron ocupadas por personas inconformes con la pobreza y el desequilibrio producidos por la alianza entre los poderes privados capitalizados y las autoridades de los poderes públicos. Mientras ahí, en las calles de todos, la policía emprendía una batalla campal contra quienes ejercían su derecho a la manifestación, en Yalambojoch, las mujeres que defienden su territorio de la explotación minera y la imposición de megaproyectos entregaron al fuego sagrado el dolor de haber sufrido persecuciones, amenazas y atentados por haberse atrevido a defender el territorio para ponerlo a salvo del modelo económico que fagocita la vida. Las sabias mujeres mayas que orientaron la ceremonia guiaron a las demás para abrir sus corazones a la vida, al cuidado de la Madre Naturaleza, de la nación piedra, de las plantas, de los animales y de los elementos tierra, agua, aire y fuego. “Nuestros cerros, nuestras montañas, nos los han dejado nuestras ancestras y ancestros. Nos dijeron: esto es suyo, cuídenlo. Cuídenlo para ustedes y para las generaciones futuras”. En estas reflexiones han coincidido distintas lideresas mayas tanto en el día de ayer como en el día de hoy, para hacer conciencia de que la tierra no le pertenece a nadie. Nosotras somos de la tierra. Por eso, cuando una empresa como la española Hidro Santa Cruz, también conocida como Ecoener, Hidralia, ingresa en territorio maya q’anjobal y comienza a comprar la tierra ancestral sin explicar qué uso se va a hacer de ella. Aprovechándose de las necesidades de las personas, según testimonios de líderes comunitarios... Cuando esta empresa no tiene en cuenta las distintas consultas comunitarias de buena fe en las que las comunidades mayas q’anjobales se han manifestado en contra de empresas mineras y de otras que puedan poner en riesgo su territorio… Cuando esta empresa obtiene las licencias legales para construir una hidroeléctrica en una catarata donde se encuentra un lugar sagrado maya q’anjobal, a pesar de que el estado no haya cumplido con su obligación de garantizar el cumplimiento del principio de consulta comunitaria establecido en el Convenio 169 de la OIT... Cuando esta empresa se dedica a levantar una valla que, de un día para el otro, impide el paso a sus guías espirituales y a las personas de la comunidad para que puedan llegar al lugar sagrado a realizar sus ofrendas, a desarrollar su espiritualidad en comunión con las formas de vida de los mundos sutiles… Cuando la conflictividad social que genera la imposición de esta hidroeléctrica termina saldándose con 1 muerto, 1 herido grave, la declaración de un estado de sitio en mayo de 2012, la detención irregular de personas durante meses (de hecho, tras ser demostrada la irregularidad de muchas de estas detenciones, algunas personas están recuperando su libertad poco a poco)… Cuando a día de hoy todavía se mantienen diez personas presas en la cárcel… Cuando las alianzas entre el capital y las autoridades del estado facilitan que se llegue a este nivel de descomposición y daño de tejido social sin que nadie piense en el dolor de las mujeres cuyos esposos tienen todavía órdenes de búsqueda y captura y están viviendo en lo oculto… Cuando nadie piensa en que hay personas que, como Ermelinda, tuvo que vivir tres meses separada de sus hijas por temor a ser encarcelada... Cuando todas estas cosas suceden en el nombre del desarrollo y el progreso... Cuando los tomadores de decisiones no dedican tiempo a escuchar a las personas en cuyos territorios van a intervenir… Cuando las empresas españolas e internacionales ven América Latina como pedazos de fincas que pueden comprar para realizar ahí los proyectos que les vengan bien a sus ganas y a sus bolsillos… Cuando hay una ciudadanía capaz de votar por mayoría absoluta a las autoridades que, aquí y allá, desatienden la vida para decidir en función de los números del dinero…. Suceden estas cosas: se desencadena algún tipo de muerte o de destrucción. Se desencadena el dolor. Barillas, con el caso de la empresa Hidro Santa Cruz. El pueblo maya ixil, con el caso de la empresa Enel. San Miguel Ixtahuacán, con el caso de la minera Marlin. San Juan Sacatepequez con la empresa Cementos Progreso… son sólo algunas de las situaciones más conflictivas que se están viviendo en el Mayab’ (el territorio donde habitan los pueblos mayas), respecto a las decenas de concesiones y licencias de extracción de los llamados recursos naturales. No son ni una ni dos situaciones difíciles. Son decenas. Muchas de las mujeres congregadas en este Festival por el Cuerpo, la Vida y el Territorio temen sentir en estas acciones un nuevo desembarque de colonialismo impositivo. Escuchándolas, yo me pregunto cómo explicarlas que algunas personas piensan que no es así, sino que creen que la colonización y el imperialismo ya terminaron hace cientos de años, como un embajador español dijo una vez. Y como les he escuchado a tantas personas lúcidas que son líderes y lideresas comunitarias, no es que ellas y ellos no quieran luz o agua potable. No es que no quieran. Lo que denuncian son los procedimientos. El hecho de que ni empresas ni autoridades del estado tengan en cuenta a las autoridades ancestrales de los pueblos originarios. Es el hecho de que todo se imponga malamente, manipulando y forzando. Es el hecho de que se imponga innecesariamente, sin ser conscientes de que la destrucción de un lugar sagrado supone la destrucción de vínculos de identidad y desarrollo espiritual. Con un diálogo abierto, en confianza, abierto al entendimiento mutuo… otras realidades estaríamos retratando ahora. Compartiendo esta mañana alrededor de fuego sagrado con mis hermanas y escuchando cómo alguien de apellido Castillo pudo comprar el territorio del lugar sagrado al que ahora llaman San Francisco y que estaba lleno de cacas de vaca porque se usa como potrero…. Me preguntaba qué haríamos en las iglesias católicas si una empresa maya viniera a vallar toda la catedral diciendo que ha comprado con papeles legales ese territorio. Y después de vallarlo, impidiera el paso para realizar la oración. Y después de eso, pelara el lugar y lo convirtiera en un potrero para que las vacas hicieran su caca. También me pregunto cómo volver a comprar un anillo de oro o un pendiente de plata, sabiendo que detrás de cada oro o de cada plata hay veneno, destrucción de agua, destrucción de vida… Ni embajadores, ni presidentes ni dueños de nada parece que estén por repensarse…. muchas, muchas, muchas realidades todavía para interiorizar, para llevar a la conciencia, para depositarlas en el motor de la transformación interna. Porque Otro Mundo Es Posible, como lo fue posible esta mañana en Yalambojoch o en las calles de Madrid.

Las mujeres manifestamos la necesidad de construir otras relaciones con nuestro cuerpo y nuestro territorio

Yalambojoch, 24 de septiembre de 2012. Alejandrina Escobar. Radio Dulzura. Asociación Mundial de Radios comunitarias en Guatemala.
En el parque central de Huehuetenango, mujeres de diferentes organizaciones nos reunimos para defender nuestro territorio, para denunciar junto a las mujeres de Barillas, la violencia, la discriminación y las amenazas por la imposición de proyectos hidroeléctricos y mineros sin respetar nuestros derechos. “No a las licencias mineras. Defendamos nuestros derechos como mujeres” fueron dos de las ideas principales que nos instan a seguir adelante.

Las mujeres guatemaltecas, latinoamericanas y europeas defienden otro modelo de desarrollo en Nentón, Huehuetenango, Guatemala

Yalambojoch, 24 de septiembre de 2012. Amalia López. Radio Estéreo Villanueva. Asociación Mundial de Radios comunitarias en Guatemala. Mujeres de Nentón dieron la bienvenida en el parque a todas las mujeres del área Ixil, del área mam, mujeres de otros países de Latinoamérica, Europa, y demás mujeres de grupos organizados participantes en el Festival por el Cuerpo, la Vida y el Territorio. Tanto en la concentración de la plaza de Huehuetenango como en Nentón, las mujeres reflexionaron sobre el derecho a la vida humana, nuestros territorios, la Madre Tierra, la Naturaleza. Uno de los mensajes principales fue no permitir que países extranjeros vengan a explotar lo que nos pertenece. En este encuentro, las mujeres se unen para apoyar a las mujeres de Barillas, que no están solas, puesto que “Todas Somos Barillas”.
Asociación Mundial de Radios Comunitarias
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